A dos meses del término oficial del Convenio de Desempeño Evoluciona, la UFRO ha demostrado ser una institución capaz de cumplir con todos los compromisos adquiridos, escenario que se ha logrado gracias a la disposición de todos los actores involucrados, tanto a nivel académico como administrativo.
Sin embargo existe un tema trascendental y aún no del todo resuelto que se vincula directamente con los estudiantes. Se trata del “cambio” que debe operar a nivel docente para mejorar de manera sustantiva los rendimientos académicos, especialmente en las asignaturas consideradas como críticas –Física, Matemática y Química- en las Facultades de Ingeniería, Ciencias y Administración, y de Ciencias Agropecuarias y Forestales.
“Esta es un área en la cual hay que poner especial atención, dado el tipo de estudiantes que conforman esta institución”, señala Jorge Yutronic. “Los alumnos actuales representan completamente lo que ocurre en nuestra sociedad. Así como hay estudiantes que están muy avanzados, hay otros que están en condiciones más precarias, y todos ellos convergen en un aula, lo que a veces hace pensar al profesor que no todos tienen las condiciones para estar allí”, explica.
Y es en este contexto donde debe emerger un “nuevo” profesor universitario, con la disposición anímica y las ganas de trabajar con estudiantes “reales”, esos que no siempre asisten a clases, que se aburren o no entienden y que además tienen talentos, virtudes y carencias. “Es un proceso que no se hace de un día para otro ya que involucra la cultura del profesorado y aquí es donde se genera una discusión interesante que radica en cómo el docente motiva a sus alumnos y cómo se hace cargo de los aprendizajes”, acota la Encargada Unidad de Análisis y Convenios de Desempeño del Programa Mecesup 2, Flora Machuca.
La Dimensión Humana y Alto Desempeño
Según Yutronic, una de las principales claves para revertir la situación actual tiene que ver con que los docentes puedan ver a los estudiantes como personas que van a aprender. “Para lograr aprendizajes significativos lo primero es interesarse en el alumno de manera genuina. Una vez que descubre que hay un interés real, es altamente probable que ese alumnos comience a estar más en la sala de clases y por esto es que el principal desafío de un docente universitario es motivar a sus estudiantes”
Lo anterior viene dado por cómo un profesor entrega adecuadamente herramientas de aprendizaje, cómo explica para qué sirve en la vida profesional conocer aspectos fundamentales de las ciencias básicas u otras asignaturas. “Los docentes deben estar conscientes que tienen que abordar nuevos ámbitos y que no sólo debe ser experto en el campo científico que imparte, además debe tener la dimensión de pedagogo con competencias adicionales”, señala.
Coherente con lo anterior lo que hoy se enfatiza es un cambio de mentalidad, donde la enseñanza está centrada en el estudiante y el profesor es responsable de que ese alumno aprenda. El discurso de que si aprendió o no ‘no es mi problema’ ya no es válido. “Los profesores están para enseñar y deben monitorear el aprendizaje constantemente, porque ser docente universitario es un trabajo de alto desempeño”, acota Yutronic.
Todo lo anterior es ratificado por la Directora Académica de Pregrado, Ana Moraga, quien se refiere a que “la docencia que necesitamos y que estamos fomentando, debe estar alineada con nuestra Política de Formación Profesional y requiere que nuestros docentes partan teniendo buenas expectativas de sus estudiantes”. En ese sentido, la directiva agrega que es indispensable promover un aprendizaje significativo, propiciar un contacto permanente con los estudiantes, planificar la docencia, además de reflexionar y compartir experiencias.
Dr. Manuel Belmonte y la Innovación Docente
En agosto de 2009, la UFRO contó con la experiencia del Dr. Manuel Belmonte, académico de la Universidad de Deusto, País Vasco.
En esa oportunidad, el principal mensaje del Dr. Belmonte fue que la educación actual tiene por finalidad enseñar los contenidos conceptuales de una asignatura, porque que el propósito de ésta es hacer “competente al alumnado”.
Definió el cambio de paradigma como “una pequeña revolución”, ya que los profesores deben comprender que las asignaturas y sus contenidos son el medio, pero no el fin de la enseñanza.”Exigirá un gran esfuerzo y deberán cambiar algo que han estado haciendo toda su vida y en lo que además han creído”, agregó.
Prueba de lo anterior fue su experiencia de vida, cuando hace más de 30 años descubrió que un ‘profesor’ que habían tenido sus alumnos de tercero de bachillerato no había sido capaz de enseñarles nada. “Y cuando era mi turno al año siguiente, estos estudiantes no eran capaces de definir un concepto o palabras; entonces entendí que ese tipo de enseñanza no servía. El problema es que ese ‘profesor’ era yo”.
De ahí en adelante, Belmonte entendió que era indispensable cambiar la manera de ejercer la docencia, especialmente en las áreas vinculadas a física, química y matemática, razón por la que incentiva a los profesores a transitar por este cambio “pues es la única vía para obtener los resultados que esta Universidad se ha propuesto”.
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